Que tal amigos como estan despues de un periodo de ausencia me reintegro a mi blogguer y qusiera dar las gracias a todas las personas que han dejado sus comentarios y que toman parte de su tiempo para leer.
A veces la vida no pone pruebas que debemos de superar y desgraciadamente no sabemos valorar las cosas que tenemos hasta que las perdemos, es por ello que la importancia de cultivar a nuestra parejas cobra un factor fundamnetal para mantener y acrecentar la pasion y todo aquello que nos complementa con nuestro compañero de vida.
les comparto un articulo que espero y sea de ayuda para toda la comunidad en especial para todos los osos en todas sus clasificaciones y sabores.
lacionados con la intimidad verdadera:
1. Una fuente interna plena que no nos hace buscar a la desesperada alguien de quien depender ni alguien de quien cuidar.
2. Capacidad para dar y recibir.
3. Mostrar respeto hacia las reglas básicas del estilo de vida.
4. Aceptación sin miedo alguno las diferencias y desarrollo personal de cada uno de la pareja.
5. Prestar una atención comprometida hacia nuestra pareja, escuchando sus verdaderos sentimientos y sin necesidad inmediata de contar nuestra propia historia.
6. Compromiso para ser capaz de mantener la relación incluso en aquello períodos en los que nuestras propias necesidades no están satisfechas del todo. Sabiendo que una pareja no solo se sustenta porque el otro satisface nuestras necesidades.
7. Compromiso por un dar mutuo que perdura en el tiempo y que está por encima de las crisis tan comunes pero pasajeras al mismo tiempo.
Muchos de los miedos que vivimos durante nuestra más tierna infancia tienden a prolongarse a lo largo de nuestra vida en pareja. Por un lado nos da miedo ser abandonados y por lo tanto eso nos hace ser más posesivos respecto a los demás. Y en el lado opuesto está nuestro miedo a ser absorbidos llegando incluso a la despersonalización lo que nos hace distanciarnos más del resto.
Generalmente suelen ser miedos secundarios que no suelen afectarnos de sobre manera. La preocupación debe surgir cuando estos miedos sean tan intensos que afecten a nuestro juicio y generen un verdadero problema.
Compartir e intimar tanto con una persona lleva a que surjan situaciones y acontecimientos que afecten mucho a uno o ambos miembros de la pareja. En este tipo de situaciones el primer paso consiste en identificar el sentimiento y tratar de comprender su origen para poder expresárselo a nuestra pareja de una forma más sencilla. Esto ayudará a identificar si el miedo o inquietud que sientes hace referencia a algo real o a una película que nos hemos montado nosotros mismos.
Esta intimidad nos lleva también a la obligación de asumir responsabilidades. Por mucho que en algunas ocasiones así nos lo parezca, no sirve de nada guardarse sentimientos para evitar una confrontación con la pareja.
Si se llega a este punto, donde el barco se halla en un punto de estancamiento la relación ha muerto. Ya no hay ni alegría, ni tristeza, ni motivación, ni problemas. Simplemente la vida de esa pareja ha muerto y lo que puede hacer que se rompa definitivamente puede ser un simple cambio que haga reaccionar a una de las partes.
1. Una fuente interna plena que no nos hace buscar a la desesperada alguien de quien depender ni alguien de quien cuidar.
2. Capacidad para dar y recibir.
3. Mostrar respeto hacia las reglas básicas del estilo de vida.
4. Aceptación sin miedo alguno las diferencias y desarrollo personal de cada uno de la pareja.
5. Prestar una atención comprometida hacia nuestra pareja, escuchando sus verdaderos sentimientos y sin necesidad inmediata de contar nuestra propia historia.
6. Compromiso para ser capaz de mantener la relación incluso en aquello períodos en los que nuestras propias necesidades no están satisfechas del todo. Sabiendo que una pareja no solo se sustenta porque el otro satisface nuestras necesidades.
7. Compromiso por un dar mutuo que perdura en el tiempo y que está por encima de las crisis tan comunes pero pasajeras al mismo tiempo.
Muchos de los miedos que vivimos durante nuestra más tierna infancia tienden a prolongarse a lo largo de nuestra vida en pareja. Por un lado nos da miedo ser abandonados y por lo tanto eso nos hace ser más posesivos respecto a los demás. Y en el lado opuesto está nuestro miedo a ser absorbidos llegando incluso a la despersonalización lo que nos hace distanciarnos más del resto.
Generalmente suelen ser miedos secundarios que no suelen afectarnos de sobre manera. La preocupación debe surgir cuando estos miedos sean tan intensos que afecten a nuestro juicio y generen un verdadero problema.
Compartir e intimar tanto con una persona lleva a que surjan situaciones y acontecimientos que afecten mucho a uno o ambos miembros de la pareja. En este tipo de situaciones el primer paso consiste en identificar el sentimiento y tratar de comprender su origen para poder expresárselo a nuestra pareja de una forma más sencilla. Esto ayudará a identificar si el miedo o inquietud que sientes hace referencia a algo real o a una película que nos hemos montado nosotros mismos.
Esta intimidad nos lleva también a la obligación de asumir responsabilidades. Por mucho que en algunas ocasiones así nos lo parezca, no sirve de nada guardarse sentimientos para evitar una confrontación con la pareja.
Si se llega a este punto, donde el barco se halla en un punto de estancamiento la relación ha muerto. Ya no hay ni alegría, ni tristeza, ni motivación, ni problemas. Simplemente la vida de esa pareja ha muerto y lo que puede hacer que se rompa definitivamente puede ser un simple cambio que haga reaccionar a una de las partes.
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